Este día 26 hay convocada una nueva huelga general. Sin embargo, esta vez no la convocan sólo los sindicatos, que también, si no que se unen a la convocatoria infinidad de asociaciones que se están viendo vapuleadas por las políticas clientelistas que se llevan a cabo, por esos partidos endeudados, protegidos y amparados por esos medio también endeudados.
Se enfrentan los grandes gastos hipotéticamente estratégicos, supersures, TAV, aeropuertos, con los problemas reales de hoy. Los problemas de las personas de a pie. Esas personas que han generado la riqueza que se ha derrochado o trasladado a Sicavs y paraísos fiscales. Esta coyuntura no la ha creado ninguna persona con su sueldo; ni el funcionariado, ni las pymes, ni las y los autónomas y autónomos. Proponemos un fácil ejercicio: Buscad en Google cómo ha evolucionado el PIB en 15 años, cómo el IPC y cómo el salario medio. ¿Qué culpa tiene la clase trabajadora? Y, si, efectivamente, sigue habiendo clases. Y justicias. Ni hay una clase, ni hay una justicia.
Estas personas no son primas de riesgo, pero cuando se anuncia que se les recortan los derechos laborales o se les bajan las pensiones, esta prima que nos quieren hacer familiar, baja. Y el mercado salta de alegría, porque está más cerca de alcanzar una moderna esclavitud. ¿Para que queremos una prima así? Las personas no somos estadísticas y muchas personas, lamentablemente, viven verdaderos dramas hoy en día.
Hubo un tiempo que ante una crisis de esta magnitud, se devaluaban las monedas y con las consecuencias se lograba remontar poco a poco la situación sin tener que echar a las personas a buscar comida y cobijo en la calle. Hoy, a falta de esa libertad gracias a una moneda única que no responde a un único interés, lo que se impone son recortes sociales y devaluación de las condiciones de trabajo y de vida.
Ya no hay debates parlamentarios, ya no tenemos representación. Las personas debemos reaccionar. No hay alternativas a la contestación. Se trata de una cuestión de solidaridad. De empatía con el entorno, porque a esta plantilla también le gustará algún día recibir apoyo de terceras partes. Se trata de un sacrificio de la sociedad, se trata de decir a los partidos políticos, a Cebek y a Confebask (que tienen muy claro a que clase pertenecen como demuestran los enlaces) que no va a ser tan fácil quitarnos lo que legítimamente nos ganamos.
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