Frustra quien puede frustar, porque los trabajadores de Gipuzkoa han hecho la asamblea en la calle.
Resulta incomprensible que la empresa que se presenta como adalid de la Responsabilidad Social Corporativa, que declara “nuestras personas, el activo principal” entre sus valores, les prohíba a estas personas mantener en sus instalaciones una reunión informativa, habiendo espacio y fuera de horas de trabajo, y los mande a la calle.
Hay que rascar un poco el naranja para que enseguida aparezca el marrón.
Resulta incomprensible que la empresa que se presenta como adalid de la Responsabilidad Social Corporativa, que declara “nuestras personas, el activo principal” entre sus valores, les prohíba a estas personas mantener en sus instalaciones una reunión informativa, habiendo espacio y fuera de horas de trabajo, y los mande a la calle.
Hay que rascar un poco el naranja para que enseguida aparezca el marrón.
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